
Una
cámara termográfica que mide la temperatura corporal es el último
aliado en las medidas preventivas de Covid-19 para los empleados de
Neoenergia. El sistema se encuentra a la entrada de las instalaciones
de todas las unidades de negocio de la empresa, tales como plantas de
generación y sede de distribuidores, permitiendo el control diario
de los colaboradores que necesitan trabajar en persona.
A
su llegada al lugar de trabajo, el empleado orientado que siguiera
las marcas en el piso que lo llevarán al punto exacto donde se
instala el equipo. Sólo se tarda unos segundos de pie frente a la
cámara para la tecnología para identificar la temperatura corporal.
El resultado sale momentos después. Si se detecta una temperatura
igual o superior a 37,5ºC, se indica al empleado que regrese a casa
y se ponga en contacto con el sector de salud y seguridad de
Neoenergia para el seguimiento, la evaluación de los síntomas y los
exámenes.
"La
cámara termográfica infrarroja es una tecnología de vanguardia
que, a través de protocolos médicos, permite un cribado térmico de
todos los empleados que necesitan trabajar en persona. Hemos
aumentado la eficiencia de nuestras medidas de salud y seguridad
durante la pandemia, lo que demuestra el cuidado de la Neoenergia por
el bienestar del equipo, asegurando el funcionamiento de un servicio
esencial como la electricidad", dice Hugo Vidal, gerente de
salud y seguridad de Coelba.
La
herramienta está presente en la sede de todos los distribuidores de
la compañía (Coelba/BA, Celpe/PE, Cosern/RN y Elektro/SPeMS), así
como en la sede central de la compañía en Río de Janeiro y la
unidad avanzada de Bongi en Pernambuco. Además, las plantas de
generación de energía Thermope (PE) y Baixo Iguaçu (PR) también
confían en la tecnología de cámaras termográficas.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Neoenergia
ha llevado a cabo una serie de acciones para evitar la proliferación
de Covid-19 para mantener la continuidad y calidad de los servicios
esenciales para el suministro y servicio de electricidad a la
población. Al comienzo de la cuarentena, estableció una jornada de
trabajo a distancia para más de 4.000 empleados, adaptando, en tan
solo cuatro días, gran parte de su estructura operativa y
tecnológica.
La
empresa cuenta con un equipo de técnicos de seguridad que observan
el funcionamiento de sus propios empleados y proveedores de
servicios, reiterando las prácticas preventivas y la orientación de
las autoridades médicas para la prevención del nuevo coronavirus.
El uso de máscaras/barbijos por parte de todos los profesionales y
la distancia entre ellos son obligatorios. Además, se llevan a cabo
acciones de sensibilización y se proporcionan kits de higiene como
alcohol en gel. La presencia del técnico en las actividades de campo
refuerza la importancia de un comportamiento seguro, estableciendo el
compromiso de la empresa con la seguridad y salud de cada empleado.
Esta iniciativa es parte de la Respuesta del grupo Iberdrola al Coronavirus.
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