A pesar de los esfuerzos para frenar el calentamiento global, todavía se necesitan tomar muchas medidas para estimular a los países a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), cuya mayor concentración causa el problema del cambio climático. Una de las formas de frenar estas emisiones nocivas y fomentar una economía baja en carbono y el uso de energía limpia es crear mecanismos de mercado para ayudar a reducir las emisiones de GEI.
El precio del carbono es una de las medidas
tomadas en un intento de combatir el cambio climático y ha sido ampliamente
discutido en los negocios. Aunque todavía no existe un sistema global de
fijación de precios del carbono, muchos países están practicando el cobro. El
movimiento, que comenzó en 2005 con pocos países involucrados, ganó impulso
tras el Acuerdo de París en 2015, y ya es una realidad en al menos 45 países.
El precio del carbono es un valor para las
emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas, tanto para el dióxido
de carbono (CO2) como para otros tipos de GEI, y tiene como objetivo alentar
las inversiones en tecnología baja en carbono y más eficiente.
Según los expertos, lograr este objetivo
requiere una regulación concisa e internacional sobre el mercado del carbono,
según lo dispuesto en el artículo 6 del Acuerdo de París. En la práctica, el
artículo 6 les permite a los países a intercambiar sus emisiones entre sí. El
Acuerdo de París ya prevé la adopción de normas mundiales sobre este tema y
reafirma el compromiso de los países de adoptar medidas para combatir el cambio
climático.
Se espera que el tema se discuta en diciembre en
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), que
se celebra en Santiago, Chile. El evento, que reunirá a representantes de
diferentes países, es un foro importante para discutir las responsabilidades de
cada nación para combatir el calentamiento global causado por las acciones
humanas.
Neoenergia, junto a otros miembros del Consejo
Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sustentable (CEBDS), apoya la
profundización de estas discusiones en torno a la regulación del Artículo 6.
"El hecho es que las reglas del Acuerdo de París deben ser claras y justas independientemente de los detalles, ya que el establecimiento de un mercado global de carbono va más allá de su precio y rentabilidad para todos los países, es una de las palancas más importantes para conducir hacia una economía más limpia siguiendo principios como la integridad ambiental, la reducción global efectiva, la transparencia, la calidad de los resultados de mitigación y la gobernanza estricta". El extracto se encuentra en el artículo "La propuesta sobre créditos de carbono puede cambiar la historia", escrito conjuntamente por la presidenta del Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sustentable, Marina Grossi; por el CEO de Shell, André Araújo; El CEO de Siemens, André Clark, y el Subdirector Ejecutivo de Neoenergia, Solange Ribeiro.
